MATERIAL Y MÉTODO
La población del estudio fue dividida en dos grupos: casos
de cirugía conservadora en dientes permanentes y casos
quirúrgicos. 33 pacientes (18 niños y 15 niñas)
componían el primer grupo y 16 (8 niños y 8 niñas)
formaban el segundo (tablas 1 y 2). La edad de los pacientes oscilaba
entre los 8 y los 16 años. La totalidad de los pacientes
tenía expe-riencia previa con anestesia local en tratamientos
de odontología convencional.
El sistema de láser utilizado fue el Waterlase ®YSGG
(Tecnología Biolase). Los parámetros utilizados
fueron los recomendados por el fabricante para tejidos blandos
y duros. El modo de utilizar la pieza de mano del láser
fue exactamente el mismo que el descrito por la empresa fabricante.
Los tratamientos eran iniciados con la desensibilización
de los tejidos con un bajo voltaje, poca agua y aire, durante
90-120 segundos.6 El mismo profesional realizó todos los
tratamientos evaluados en esta investigación.
El estudio se realizó entre los meses de abril y mayo de
2004. De acuerdo con su perfil psicológico los pacientes
eran clasificados como muy tranquilos, tranquilos, ansiosos y
muy ansiosos. -9, 14, 7, 3 y 8, 4, 2, 2 respectivamente, para
la odontología conservadora y para los casos quirúrgicos-.
Esta observación fue realizada por el mismo odontope-diatra
en todos los casos. Se registró si los casos eran realizados
sin anestesia local, con anestesia desde el inicio del tratamiento
o si se iniciaban sin anestesia y se infiltraba durante el procedimiento.
Para las preparaciones cavitarias se evaluó si la preparación
era en esmalte (6 casos) o en dentina (27 casos). No se utilizó
sedación en ningún caso.
Al finalizar el procedimiento restaurativo o quirúrgico
al paciente se le entregaba la escala gráfica de caras
de "Wong-Baker" con el fin de medir el grado de dolor
percibido. La escala enseña seis caras distintas numeradas
del 0 al 5 (desde percepción de ningún dolor-mucho
dolor). El paciente tenía que escoger una de ellas. (Fig.
1) Todos los pacientes eran revisados una semana después
del tratamiento para preguntarles sobre el dolor y la necesidad
de medicación analgésica después del tratamiento.
En los casos quirúrgicos la curación de la herida
fue evaluada. No fue prescrita medicación alguna para el
dolor en ninguno de los pacientes, bajo las instrucciones de "sólo
si es preciso".
RESULTADOS
Ninguno de los treinta y tres pacientes en el grupo de odontología
conservadora necesitó anestesia local.