NEUROFIBROMA
SOLITARIO EN LA GINGIVA
Introducción.
Se reporta un caso clínico
inusual de neurofibroma solitario a nivel de la gíngiva
y mucosa alveolar en la zona anterior de la zona premaxilar en
una fémina de 23 años, sin antecedentes familiares
de genodermatosis. La evaluación clínica mostró
la existencia de una lesión indurada, de tipo blastomatosa
y consistencia dura, cuya base sésil guardó relación
con el tejido periodontal del incisivo lateral superior izquierdo.
La masa fue extirpada en su totalidad incluyendo el diente adyacente
en cuestión. Se describen las características clínicas
y se realiza la discusión respecto a la conveniencia de
realizar la extracción dentaria en caso de sospechar el
compromiso peridental.
Descripción del caso
Se presentó a la consulta
externa una paciente del sexo femenino, de 23 años de edad,
al servicio de Cirugía Bucal y Máxilo Facial en
la Clínica Odontológica de la Facultad de Odontología
de la Universidad Nacional Federico Villarreal en el mes de agosto
del año 2000 portando una lesión de aspecto tumoral
a nivel de la gíngiva adyacente al incisivo lateral superior
izquierdo.
La paciente hizo referencia que dicha lesión hizo su aparición
hace aproximadamente dos meses atrás, fecha en la cual
percibió una elevación asintomática frente
a la cara vestibular proximal de dicho diente (cuyo tamaño
era menor de 5 milímetros en aquella oportunidad); dicha
lesión sangraba levemente durante el cepillado (Foto 1).
La paciente, al pensar que la lesión disminuiría
espontáneamente, no dio importancia al hecho sino hasta
que la tumoración incrementó progresivamente de
tamaño. También refirió que durante el proceso
de agrandamiento de la lesión ésta se tornaba ligeramente
dolorosa a la palpación digital. En ningún momento
advirtió la presencia de sangrado o dolor espontáneo
de la lesión.
Fig. 1. Vista
frontal de la paciente. Se nota un aumento en la zona labial superior
izquierda.
El examen clínico reveló
la existencia de un aumento de volumen a nivel de la región
labial superior adyacente a la narina izquierda de aproximadamente
3x3x2 centímetros. La alteración era evidente al
punto de producir una deformación labial superior y limitación
funcional de la zona externa en el lado izquierdo con trastorno
fonético en la pronunciación. Existía una
elevación leve del ala nasal ipsolateral sin aplanamiento
de la narina sin borramiento del surco nasolabial. No había
cambio de coloración ni textura en la piel suprayacente.
Intraoralmente la lesión fue de aproximadamente 2x1.8x1.5
centímetros; la extensión cubrió vestibularmente
desde el incisivo lateral y canino superior izquierdo. La neoplasia
fue de aspecto vegetante, blastomatosa, superficie irregular con
aspecto tubercular, indurada, de color rojo intenso, no sangrante,
con base sésil, aunque ligeramente móvil. No se
apreciaron zonas leucoplásicas o ulcerativas sobre la superficie
de la lesión. Durante la palpación se hizo evidente
la induración en toda la extensión, notándose
que la lesión guardaba íntima relación con
la cara vestibular adyacente a la porción radicular del
incisivo lateral superior izquierdo. El diente presentó
una movilidad grado 2 según el índice de Ash, principalmente
en sentido bucolingual. La encía marginal desapareció
en el tercio medio y distal adyacente a la cara vestibular de
la corona en dicho diente; la encía marginal y papilar
mesial mostró preservación de sus rasgos anatómicos
normales. El examen gingivoperiodontal fue negativo a la posibilidad
de periodontitis o gingivitis bacteriana frente a la localización
de la tumoración (Foto 2).
Fig. 2.
Vista vestibular que muestra la lesión blastomatosa de
color rojo intenso adyacente al incisivo lateral.
La evaluación imagenológica
incluyó un estudio radiográfico periapical de la
zona maxilar anterosuperior. La incidencia periapical del incisivo
superior izquierdo mostró un ligero engrosamiento del espacio
periodontal adyacente a dicha pieza dentaria así como la
existencia de una imagen radiolúcida de aspecto irregular
y de aproximadamente 2 mm en la base de la cresta interdentaria
canino-incisivo lateral. No se observó la presencia de
zonas de rizoclasia en ambos dientes; las crestas óseas
proximales presentaron una altura normal (Foto 3)
Fig. 3.
Radiografía periapical del caso. Se observa distalización
de raíz del incisivo lateral.
La paciente fue sometida a exámenes
de laboratorio preoperatorios considerados de rutina, entre ellos
hemograma de Schilling, tiempo de coagulación, tiempo de
sangría, examen completo de orina y despistaje de VIH,
los cuales no fueron representativos de patología sistémica.
El examen sistémico minucioso y la interconsulta con el
médico internista descartaron la existencia de lesiones
sistémicas al momento de la evaluación.
El tratamiento quirúrgico consistió en la exéresis
de la lesión bajo anestesia local. Dicha aplicación
permitió la vasoconstricción del tumor desde su
base disminuyendo la probabilidad de un sangrado intraoperatorio.
(Foto 4).
Fig. 4.
Aplicación de anestesia infiltrativa por debajo de la lesión
para producir isquemia y reducir la hemorragia intraoperatoria.
La eliminación final de
la lesión fue mediante la técnica de resección
en bloque, retirándose la totalidad de la lesión
conjuntamente con el incisivo lateral comprometido, además
de unos milímetros de extensión periférica
para asegurarse de la eliminación total de la lesión
(Foto 5). La masa extirpada fue enviada al patólogo quien
informó que el diagnóstico final fue de un neurofibroma
gingival.
La zona operatoria evolucionó normalmente luego de producirse
la cicatrización diferida o por segunda intención.
La Foto 6 muestra la evolución al cabo de 10 días
postoperatorios.
Fig. 5.
Pieza operatoria extraída. Se observa al incisivo lateral
adherido a las paredes de la lesión.
Fig. 6.
Vista postoperatoria al cabo de 10 días. Se usó
la técnica de cicatrización por segunda intención
o cierre diferido.
Discusión
La eliminación quirúrgica
de lesiones de asiento gingival deben ser corroboradas histopatológicamente,
ya que existe el riesgo de ser confundidas entre sí. Aunque
la mayoría de lesiones gingivales asociadas con dientes
permanentes suelen ser de naturaleza infecciosa, hay que descartar
la posibilidad de tumores poco frecuentes como el caso clínico
descrito.
La exodoncia de los dientes comprometidos es fundamental para
evitar recidivas, debido a que en ocasiones la proximidad de la
lesión con el ligamento periodontal no es infrecuente.
También es necesaria una minuciosa evaluación imagenológica
que descarte la extensión periodontal de los tumores gingivales.
Cuando el cirujano sospecha la extensión periodontal de
una lesión no debe dudarse la exodoncia del diente aún
cuando los tejidos duros no se encuentren aparentemente afectados.
La movilidad de los dientes permanentes sin causa aparente deben
ser motivo de despistaje de lesiones quísticas o tumorales
de asiento gingival u óseo.
El presente reporte clínico ilustra un caso poco frecuente
de un neurofibroma gingival. Es imprescindible realizar las interconsultas
necesarias para descartar la existencia de lesiones sistémicas
asociadas con la neurofibromatosis presente en la enfermedad de
Von Recklinghausen, principalmente a nivel gastrointestinal y
cutáneo.
Mg. CD. Raúl Botetano Villafuerte
CD. Benito Zevallos Dioses
CD. Leoncio Hipólito Olivares
Bibliografía
Horch, H. Cirugía Oral
y Máxilo Facial. Tomo I. Editorial Masson. Barcelona. 1995.
Kaban, J. Cirugía Máxilo Facial en Niños.
Ed. Interamericana. México. 1991.
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Laskin,J. Cirugía Bucal y Máxilo Facial. Ed. Interamericana.
México. 1991.
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