Las doce llaves
de la oclusión
Josep Durán von Arx
Resumen
La oclusión dentaria es
uno de los objetivos más importantes no sólo de
la ortodoncia, sino también de toda la odontología.
Por este motivo resulta fundamental un profundo conocimiento de
la relación entre las arcadas superior e inferior. El autor
analiza profundamente la oclusión dentaria y define 12
llaves que se deben cumplir para conseguir la oclusión
funcional y que son las metas de su técnica MFS, Multifunction
System.
Palabras
clave: 12 llaves de la oclusión. MFS, Multifunction
System.
Abstract
The dental occlusion is one of most important goals not only for
the orthodontics, but for the dentistry. For this reason the orthodontics
must know very well the relacionships between the upper and lower
archs. The author analyses the dental occlusion and they are the
goals of his technique MFS, Multifunction System.
Key words:
12 keys of occlusion. MFS, Multifunction
System.
Introduccción
La oclusión dentaria es uno de los objetivos más
importantes no sólo de la ortodoncia, sino también
de toda la odontología. Por este motivo resulta fundamental
un profundo conocimiento de la relación entre las arcadas
superior e inferior. En este artículo se analiza la oclusión
dentaria y se definen 12 llaves que deben cumplirse para conseguir
la oclusión funcional y que son las metas de la técnica
MFS. Multifunction System.
Del análisis de todos los
factores que influyen directa o indirectamente en la estabilidad
y función de la oclusión surgen las 12 llaves que
se detallan a continuación. Resulta de interés su
aplicación clínica a través de una mecánica
adecuada.
Llave
1
Entre el primer molar inferior y el segundo premolar inferior
debe observarse paralelismo axial de raíces.
El paralelismo radicular se consigue con arcos de curva de Spee
inversa en el maxilar inferior, dejando actuar un mínimo
de 3 a 4 meses. Para conseguir este efecto, el autor recomienda
no cementar tubos en los segundos molares inferiores al inicio
del tratamiento con el fin de obtener un mejor control vertical
de los primeros molares. Posteriormente, será conveniente
cementar tubos en los segundos molares inferiores, aunque de forma
adecuada, introduciendo la inclinación axial de 9º
hacia mesial.
Hacia el final del tratamiento es conveniente indicar una ortopantomografía
antes de retirar los brackets para poder comprobar el paralelismo
radicular y hacer las correcciones que fueran necesarias.
En los casos con discrepancia moderada o de mordida abierta (en
los que nos interesa mesializar molares para provocar una anterrotación
mandibular), tratamiento con extracción de los segundos
premolares inferiores, los primeros molares tienen a la mesioversión.
Para corregir la mesioversión se debe:
-Dejar actuar más tiempo a los arcos de curva de Spee invertida.
-Aumentar el anclaje anterior con el FLAI (Férula Lingual
Anterior Inferior).
-Se puede usar el resorte REM (Resorte de Enderezamiento Molar).
En la técnica MFS se utilizan principalmente 4 tipos de
arcos de níquel-titanio con curva de Spee:
-Níquel-titanio térmico de fuerza ligera.
-Níquel térmico de fuerza pesada.
-Níquel-titanio de fuerza ligera.
-Níquel-titanio de fuerza pesada.
Para estos casos normalmente se usa primero arcos de níquel-titanio
de fuerza ligera y luego arcos de níquel- titanio fuerte.
Llave
2
El segundo molar inferior debe estar en
mesioversión.
El segundo molar inferior se cementa
después de la mesialización del primer molar inferior
a menos que se trate de un caso de anclaje grave. Existe una tendencia
a la mesioversión de este diente.
Esta mesioversión es importante
para la oclusión por lo que se debe favorecer cementando
el tubo del segundo molar a 9º distorradicular (es decir
que el tubo está inclinado de forma que su extremo mesial
está más hacia oclusal y el extremo distal está
más hacia gingival).
De esta forma se favorece la “caída
”de la cúspide distovestibular del primer molar superior,
muy importante para la estabilidad de la oclusión, al tiempo
que se favorece la desoclusión del segundo molar superior
por el efecto de “desengatillado” de la oclusión,
que produce el arco superior de níquel-titanio con curva
de Spee.
Durante el cierre de espacios
se abre la oclusión en los sectores laterales y se debe
dejar actuar a las curvas de níquel-titanio con urvas de
Spee y cadena elástica para que vuelva a cerrar la oclusión
(mecánica MFS).
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Figura1.
Primera llave de la oclusión. Control axial del molar
superior. |
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Figura 2.
Segunda llave de la oclusión. Distoversión de
los primeros molares inferiores. Mesioversión de los
segundos premolares inferiores.
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Llave
3
Las cúspides distovestibulares de los primeros molares
superiores deben estar extruidas.
La cúspide distovestibular del primer molar superior debe
ocluir en el espacio entre la cúspide distovestibular del
primer molar inferior y la cúspide mesiovestibular del
segundo molar inferior.
Para ello, el primer molar superior
debe estar mesiorrotado y con la cúspide distovestibular
extruida. Esto se consigue cementando el tubo del primer molar
superior con una inclinación distorradicular del 7º
(el extremo mesial del tubo más hacia oclusal y el extremo
distal del mismo hacia gingival).
Para controlar la rotación
molar se puede utilizar una barra transpalatina o un Quad-hélix,
dependiendo de las necesidades de expansión. Observando
desde oclusal, la línea que pasa por las cúspides
distovestibular y mesiopalatinas de los primeros molares superiores
debe pasar por la fosa distal de los caninos superiores.
Llave 4
Los segundos molares superiores deben estar
en distoversión.
La distorversión de los
segundos molares superiores se produce por el efecto del arco
superior con una curva de Spee, pero es un movimiento inverso
a la distoversión del primer molar superior (llave 3).
Por esta razón este movimiento se debe lograr con arcos
dobles (mecánica MFS).
La cúspide mesiovestibular del segundo molar superior debe
ocluir entre las cúspides mesiovestibular y distovestibular
del segundo molar inferior. Para que se produzca este tipo de
oclusión, el segundo molar superior debe estar en distoversión
y el segundo molar inferior debe estar en mesioversión.
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Figura3.
Tercera llave de la oclusión.
Cúspide distovestibular de los primeros molares superiores
extruida.
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Figura4.
Cuarta llave de la oclusión.
Segundos molares superiores en distoversión.
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Llave
5
Las cúspides palatinas de los premolares
superiores deben estar extruidas.
Los brackets de los premolares superiores habitualmente tienen
un torque radículo-vestibular, el cual favorece la “intercuspidación
externa”, aunque provoque una ausencia de contactos de las
cúspides palatinas. En la técnica “MFS”
es posible incorporar un torque radículo-palatino a los
premolares superiores con la finalidad de extruir las cúspides
fundamentales (palatinas), dando más estabilidad a la dimensión
vertical. Este movimiento se logra mediante los brackets “MFS”
con prescripción individualizada.
La extrusión de las cúspides palatinas solamente
está indicada en patrones braquifaciales y mesofaciales.
Llave
6
Conseguir la guía canina.
La guía canina depende de la altura del cementado del bracket
a nivel de los caninos y de los torques aplicados a estos dientes.
El torque que se le debe dar a los caninos superiores depende,
por una parte, del torque de los incisivos superiores y, por la
otra, del torque de los caninos inferiores.
Un torque canino superior negativo o verticalizado condiciona
a un torque canino inferior negativo, a falta de libertad en los
movimientos laterales mandibular y masticación vertical.
Por otra parte, el torque de los
caninos inferiores también está condicionado al
torque que hayamos elegido para los incisivos inferiores. Cuando
prescribimos un torque negativo a nivel de los caninos inferiores,
convienen utilizar en los superiores valores cero o positivos.
Siempre conviene utilizar un torque 5 grados más positivo
en los caninos superiores, en relación a lo prescrito en
los inferiores. La prescripción “MFS” permite
elegir entre brackets de diferentes valores de torque, optimizando
la oclusión final del tratamiento, a la vez que reduce
el tiempo de “sillón”.
En el caso que esté indicado
el uso de elásticos intermaxilares de clase II, se debe
cementar los brackets de caninos en forma de “X”.
Es decir, la parte mesial de los brackets de caninos superiores
se posicionan más hacia oclusal. Si prolongáramos
la línea de las ranuras de los brackets de los dos caninos
superiores se formaría una letra “X”. Este
cementado aumenta la prescripción de inclinación
de estos brackets, posicionando los caninos con la raíz
más dirigida hacia distal. Para el uso de los elásticos
de clase III se introduce un cementado en “X” a nivel
de los brackets de los caninos inferiores.
Llave
7
Posición de los incisivos inferiores.
Es muy importante la altura del cementado de los brackets de los
incisivos inferiores para una correcta nivelación. Los
arcos con curva de Spee inversa provocan aumento de torque e intrusión
de los incisivos inferiores, incrementando el anclaje de las raíces
de estos dientes contra la cortical posterior (lingual) de la
sínfisis mandibular. El “anclaje cortical anterior”
es el mejor y mayor anclaje para los incisivos inferiores. En
la técnica “MFS” se refuerza con el uso clínico
de una férula lingual anterior e inferior (FLAI).
Dicho anclaje permite la mesialización de los molares sin
provocar linguoversión de los incisivos inferiores.
La técnica “MFS” ofrece brackets con diferentes
prescripciones de torque dependiendo de las indicaciones del caso.
En los casos clínicos, según su patrón (braqui,
meso o dólico), se individualiza la prescripción
del torque. De igual modo, en las mecánicas de clase II
o III se compensan los efectos de las mismas sobre el sector incisivo
inferior, mediante un “torque anterior compensatorio”
(brackets “MFS” con torque individualizado).
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Figura 5.
Esta posición de los primeros
y segundos molares superiores e inferiores provoca una inflexión
posterior del plano oclusal del 9º.
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Figura 6. Caso
1. Inicio y evolución, tratamiento fijo y posicionador
para conseguir las llaves de la oclusión.
Figura7. Caso
1. Evolución.
Llave
8
Posición de los incisivos superiores.
Los incisivos superiores se deben relacionar con los incisivos
inferiores en una situación que permita una correcta guía
incisiva.
Para esto es muy importante el control de la altura de cementado
y el control del torque de los incisivos superiores. La técnica
MFS ofrece brackets con diferentes prescripciones de torque dependiendo
del patrón de crecimiento del sujeto, de la anatomía
de los dientes y de los movimientos a realizar en el grupo incisivo.
El cálculo del torque individualizado a nivel de los incisivos
superiores se realiza a nivel cefalométrico.
Llave
9
Se deben establecer los puntos de contacto
interdentarios.
Los arcos de níquel-titanio con curva de Spee establecen
los puntos de contacto principalmente a nivel de premolares. Para
mejorar la oclusión de los sectores posteriores puede ser
necesaria la indicación de elásticos intermaxilares
en “zig-zag”.
Llave
10
Se debe valorar el espacio disponible para los terceros molares.
Es importante el diagnóstico de la forma, tamaño
y posición de los terceros molares, evaluando sus posibilidades
de erupción, ya que influyen en la estabilidad del caso.
Si está indicado, se deberá realizar la germectomía
de los mismos.
Figura 8. Caso
1. Evolución
Figura 9. Caso
1. Evolución.
Figura 10. Caso
1. Evolución.
Figura 11. Quinta
llave de la oclusión. Cúspide palatina del segundo
premolar superior.
Figura 12. Sexta
llave de la oclusión. Guía canina.
Figura 13. Caso
2. Control de la guía canina con posicionador
.
Figura 14. Caso
2. Evolución.
Llave
11
Stripping.
El stripping total a realizar debe ser entre 2mm y 4mm y es normalmente
necesario para aumentar la superficie de los puntos de contacto
interdentarios, aumentando la estabilidad del frente anterior.
El autor realiza el stripping con los posicionadores de finalización
y no con la aparatología fija.
Llave
12
Las funciones del paciente deben estar normalizadas.
Las funciones del paciente deben estar rehabilitadas y reeducadas
para asegurar la estabilidad del caso: respiración, deglución,
masticación y fonación.
Figura 15.
Séptima llave de la oclusión. Posición de
los incisivos inferiores según patrón.
Figura 16. Tensión
eruptiva de los incisivos inferiores en el pasillo labio-lingual.
Presión de la lengua y de los labios.
Figura 17. Posición
de equilibrio de las coronas en el pasillo labio-lingual. Acción
limitante de la sínfisis.
Figura 18. Control
axial de los incisivos inferiores.
Figura 19. Octava
llave de la oclusión. Posición de los incisivos
superiores. Guía incisiva.
Figura 20. Paralelismo
entre el eje del incisivo superior, el eje facial y el eje de
desplazamiento de la sínfisis.
Figura 21. Paralelismo
entre el eje del incisivo superior y el eje de desplazamiento
de los incisivos inferiores.
Figura 22. Control
axial de los incisivos superiores.
Figura 23. Caso
3. Inicio y evolución. Aparatología fija y posicionador.
Figura 24. Caso
3. Evolución.
Figura 25. Caso
3. Evolución.
Figura 26. Caso
3. Evolución.
Figura 27. Novena
llave de la oclusión. Puntos de contacto interdentarios
sin rotaciones.
Figura 28. Décima
llave de la oclusión.Valoración del espacio disponible
para los terceros molares.
Figura 29.
Décima llave de la oclusión. Valoración del
espacio disponible para los terceros molares. Frecuentemente está
indicada la germectomía.
Figura 30. Undécima
llave de la oclusión. Stripping para aumentar la superficie
de los contactos interdentarios.
Figura 31. Caso
4. Inicio y evolución.
Figura 32. Caso
4. Evolución.
Figura 33. Caso
4. Evolución.
Figura 34. Caso
4. Comparación intraoral derecha.
Figura 35. Caso
4. Comparación intraoral central.
Figura 36.
Caso 4. Comparación intraoral izquierda.
Figura 37. Duodécima
llave de la oclusión. Funciones normalizadas: respiración,
deglución y masticación.
Referencias bibliográficas
1. Andrews LF. The six keys to
normal occlusion. Am J Orthod
1972;62:296-309.
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California, USA. Ed.L.A. Co, 1989.
8. Kraus BS, Jordan RE, Abrams L. Anatomía dental y oclusión,
México: Ed. Nueva Editorial Interamericana, S.A. de C.V,
1972.
-Artículo
publicado en la revista Estomatológica Visión Dental,
Volumen 8 N` 4, Julio-Agosto 2005
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