Consideraciones
periodontales en dientes incluidos programados para tratamiento
ortodóntico
Resumen
Los dientes incluidos son comunes y frecuentemente tratados con
erupción ortodóntica, pero este tratamiento puede
iniciar problemas periodontales indeseables. En el presente artículo
se exponen las principales consideraciones periodontales a seguir
durante el tratamiento ortodóntico y se reportan dos casos
clínicos de caninos superiores retenidos en el que se consigue
una adecuada banda de encía adherida siguiendo estos cuidados,
previniendo de esta manera las alteraciones periodontales.
Palabras clave: dientes incluidos, encía adherida, recesión
gingival, cirugía mucogingival.
ABSTRACT
Impacted teeth are common and are often treated with orthodontic
eruption, but unwanted periodontal problems can start with the
treatment. The present article develops the principal periodontal
considerations to know during orthodontic treatment and we report
two clinical cases where the maxillary canines get an adequate
amount of keratinized tissue following these concerns, preventing
at this way the subsequent periodontal alterations.
Keywords: impacted teeth, attached
gingiva, gingival recession, mucogingival surgery
Introducción
La literatura muestra que la
impactación de dientes es un fenómeno frecuente.
Sin embargo, hay una variación considerable en la prevalencia
y distribución de dientes incluidos en la región
de los maxilares. Según un reporte reciente sobre la prevalencia
de dientes incluidos1, se ha encontrado que el 28,3% de la población
presenta por lo menos un diente incluido; de ellos los terceros
molares mandibulares (82,5%) son los más prevalentes, le
siguen los terceros molares maxilares (15,6%) y los caninos maxilares
(0,8%). El tratamiento ortodóntico quirúrgico de
las piezas incluidas tiene como propósito llevar el diente
a su correcta posición en el arco dental sin causar un
daño periodontal.2 Este daño periodontal se puede
observar en forma de recesión gingival, pérdida
de hueso alveolar, disminución de la encía adherida,
enfermedad periodontal subyacente o inflamación gingival.3
Para que exista salud periodontal se requiere una cantidad adecuada
de tejido gingival bajo un control de placa apropiado. Si un patrón
armonioso de erupción ocurre, los dientes erupcionarán
en el centro del reborde alveolar, por lo que habrá una
cantidad adecuada de tejido queratinizado rodeándolo.4
Las piezas dentarias que erupcionan hacia vestibular tienden a
reducir las dimensiones de la gingiva dado que la erupción
anormal del diente permanente restringe o elimina el tejido queratinizado
entre el diente en erupción y el diente primario; la falta
de tejido queratinizado puede ser visto como un riesgo potencial
para la formación de recesión gingival.5 Adicionalmente,
se ha visto que el movimiento ortodóntico de los dientes
hacia una posición apropiada en el arco no creará
tejido queratinizado adicional.6
La meta de la terapia mucogingival interceptiva en los pacientes
con dientes erupcionando hacia vestibular, programados para tratamiento
ortodóntico, es prevenir que el diente pemanente ectópico
desarrolle una lesión periodontal en su etapa más
incipiente. En este campo, Pini Prato4 propone procedimientos
que utilizan el tejido queratinizado atrapado entre el diente
en erupción y el diente deciduo como material donante para
obtener una longitud satisfactoria de la gingiva para el diente
permanente. Pero en los casos en que no tenemos tejido atrapado
tenemos que hacer uso de las técnicas convencionales de
injerto gingival libre o de tejido conjuntivo palatino para prevenir
la falta de tejido queratinizado.
REPORTE DE CASOS
Los siguientes dos casos ilustran claramente los puntos expuestos
y muestran las técnicas utilizadas por la Sección
de Periodoncia de la Facultad de Odontología de la UNMSM.
Primer
Caso
Paciente de sexo femenino de 12 años de edad, presenta
el canino superior izquierdo retenido y dirigido hacia vestibular,
de acuerdo a la evaluación radiográfica (Figs. 1
y 2). Se programa una intervención quirúrgica para
colocar un botón ortodóntico para tracción
de la pieza. Para el planeamiento de esta intervención
se deben tomar en cuenta ciertas consideraciones con los tejidos
a tratar, debido a que no respetar estos, traería como
consecuencias alteraciones periodontales ya mencionadas anteriormente.
Debido a la localización vestibular de la pieza se programa
una aproximación quirúrgica cerrada.3 Se hace una
incisión horizontal y dos incisiones verticales, produciendo
un colgajo de espesor total levantado más allá de
la línea mucogingival para tener una visión amplia
y clara del campo operatorio (Fig. 3); cabe señalar que
las dos incisiones verticales deben partir del margen gingival
en una zona equidistante entre la papila dentaria y una línea
paralela que pasa por la mitad del margen gingival de la pieza
adyacente con el propósito de no crear problemas de retracción
de la papila interdental (Fig. 1). Al acceder a la pieza dentaria
se procede a la osteotomía correspondiente (Fig. 4), se
pega el botón ortodóntico (Fig. 5) y se recoloca
el colgajo en su posición original con el alambre saliendo
por la incisión horizontal (Fig. 6). Este detalle es importante
para que la tracción se dirija hacia la cima del reborde
y la pieza dentaria tenga una adecuada cantidad de tejido queratinizado
al momento de erupcionar. Se sutura con hilo de seda trenzado
4-0, primero en los ángulos formados por la incisión
horizontal y las dos verticales, finalmente en la mitad de cada
incisión. El retiro de la sutura es a los 7 días
y para empezar la tracción ortodóntica esperamos
3 meses después de la cirugía (Fig. 7).4
Fig. 1:
Ausencia de canino superior izquierdo. En líneas se encuentra
el diseño del colgajo a emplear
Fig. 2:
Examen radiográfico de la zona donde se visualiza el canino
superior izquierdo incluido. El tercio apical de las raíces
del incisivo central y lateral se encuentran reabsorbidas
Fig. 3:
Colgajo levantado. Se ha accedido al canino superior izquierdo
incluido.
Fig. 4: Se
ha realizado una pequeña osteotomía para permitir
una mejor erupción del diente.
Fig. 5:
Botón ortodóntico pegado en la cara vestibular de
la pieza dentaria incluida.
Fig. 6:
Reposición del colgajo respetando la encía adherida
con sutura de colgajo independiente continúa. Alambre ortodóntico
emerge en la zona central del reborde.
Fig. 7:
Cuatro meses después de la cirugía se visualiza
una banda de encía adherida a nivel del canino superior
izquierdo preservada por la aproximación quirúrgica
cerrada
Segundo
Caso
Paciente de sexo femenino de 12 años de edad presenta el
canino superior derecho erupcionado hacia vestibular a nivel del
tercio medio y apical de la raíz del incisivo lateral con
ausencia total de encía adherida. Se decide colocar un
autoinjerto gingival libre palatino el cual va a acompañar
a la pieza dentaria durante el movimiento ortodóntico evitando
cualquier posibilidad de retracción gingival. Se prepara
primero la zona receptora, haciendo un colgajo de espesor parcial
el que consiste en hacer una incisión horizontal disecando
el epitelio y tejido conectivo, respetando el periostio para que
este reciba y alimente vascularmente al autoinjerto palatino (Fig.
8). El siguiente paso es obtener el injerto de la región
palatina comprendida entre la cara distal del canino y distal
de la primera molar del lado opuesto a la tracción. La
disección del injerto debe ser rectangular de aproximadamente
5 mm x 3 mm y 1,5 mm de grosor comprendiendo el tejido epitelial
y parte del tejido conectivo (Fig. 9). Se lleva el injerto a la
zona receptora suturándolo para que entre en contacto con
el periostio y de esta manera se consiga su vascularización
(Fig. 10). Se comprime ligeramente el injerto con una gasa embebida
en suero fisiológico durante 5 minutos para una mejor adaptación.
La zona dadora se protege con una férula acrílica
previamente realizada con el fin de dar mayor comodidad, evitar
hemorragias, disminuir el dolor y la cicatrización es en
una semana, tiempo en el cual se retira. Se realiza un control
a la semana (fig. 11) y el retiro de la sutura es a los 14 días
(Fig. 12). La tracción ortodóntica puede empezarse
a los 3 meses después de la cirugía.4.
Fig. 8:
Canino superior derecho erupcionado hacia vestibular con ausencia
de encía adherida
Fig. 9:
Incisión horizontal en la zona receptora del injerto gingival
libre.
Fig. 10:
Injerto gingival libre colocado y suturado en la zona receptora.
Fig. 11:
Imagen de la zona dadora de donde se obtiene el injerto gingival
libre.
Fig. 12:
Control del injerto gingival libre después de una semana
de la cirugía.
Fig. 13:
Injerto gingival libre completamente adaptado y vascularizado
a los 14 días de la cirugía.
DISCUSIÓN
Diversos autores han venido investigando
desde hace varios años las técnicas quirúrgicas,
con el fin de conocer cuál de ellas produciría resultados
más fiables y con mejor estabilidad periodontal en los
dientes incluidos. Uno de los primeros puntos de investigación
nació en la mejor manera de acceder a la pieza para su
tracción. Se manejan dos opciones para acercarnos a las
piezas incluidas: la aproximación quirúrgica abierta
o la cerrada. En la aproximación quirúrgica abierta
se realiza un colgajo gingival y se refleja, luego se remueve
el hueso que está sobre la corona. Se retira parte del
tejido blando del colgajo con la intención de crear una
ventana que exponga la corona del diente. Se recoloca el colgajo
y luego se pega el botón ortodóntico. En la aproximación
cerrada, se refleja un colgajo gingival exponiendo la corona del
diente incluido. El hueso sobre la corona es removido y se pega
un botón ortodóntico. Se recoloca el colgajo a su
posición inicial y se extiende una cadena o alambre del
botón a la cavidad oral.
La técnica de aproximación quirúrgica abierta
tiene como ventajas dar una visión del diente y producir
una erupción más rápida. Sin embargo, este
método se asocia con múltiples problemas periodontales,
incluyendo recesión gingival, pérdida de hueso,
disminución o ausencia de encía queratinizada, inflamación
gingival y enfermedad periodontal.3 La técnica de aproximación
quirúrgica cerrada ha mostrado excelentes resultados periodontales
a largo término.7 A pesar de esto, también presenta
desventajas como una mayor dificultad para que el ortodoncista
localice el diente incluido y además, para que seleccione
el vector de fuerza más favorable.8
Una cantidad adecuada de tejido
gingival se requiere para que exista salud periodontal. Es por
ello que los dientes que han hecho erupción muy hacia vestibular
y por encima de la línea mucogingival disminuyen o eliminan
el tejido queratinizado.4 Esta situación se presentó
en el segundo caso, por lo que fue imprescindible la colocación
del injerto gingival libre antes de empezar el movimiento ortodóntico.
De esta manera se previene la posibilidad de que el diente desarrolle
una retracción gingival severa e inflamación gingival.
Finalmente, debe señalarse
que las aparatologías ortodónticas fijas hacen que
la higiene oral sea más difícil permitiendo una
mayor acumulación de placa.9 Si tenemos una gingiva adelgazada,esta
podría ser una zona de posible retracción gingival
en la presencia de placa bacteriana.5 Por lo que debe destacarse
la relación entre el periodoncista y el ortodoncista durante
todo el tratamiento ortodóntico y de esta manera prevenir
el desarrollo de alteraciones periodontales indeseables.
CONCLUSIONES
La encía adherida constituye
una estructura importante para el mantenimiento de la salud periodontal.
Un buen diagnóstico por parte del ortodoncista de la disminución
o ausencia de la encía adherida sería la mejor manera
de prevenir cualquier alteración periodontal. Actualmente
existen muchas técnicas quirúrgicas, pero debe destacarse
que cada una es específica para ciertas condiciones clínicas.
Es por ello que es muy importante la correcta selección
de la técnica según el caso clínico presentado.
Las incisiones verticales que
se realizan en los colgajos deben respetar las papilas y la parte
central del margen gingival de la pieza para no producir en un
futuro una retracción de ambas que es un resultado indeseable
y no estético.
La comunicación entre el
periodoncista y el ortodoncista debe ser constante, tanto al momento
del abordaje quirúrgico de la pieza como al momento de
dirigir los vectores de fuerzas que producirán el movimiento
dentario con el fin de proveer una cantidad adecuada de tejido
queratinizado necesario para el mantenimiento de la salud de los
tejidos periodontales.
Sixto Grados Pomarino
Docente Auxiliar de la Sección de Periodoncia, Departamento
Médico-Quiúrgico de la Facultad de Odontología
de UNMSM.
Luciano C Soldevilla Galarza
Docente Auxiliar del Departamento de Estomatología Pediátrica
de la Facultad de Odontología de UNMSM.
Mabel Salas Martínez
Docente Colaboradora de la Sección de Periodoncia de la
Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos.
Denis M Maetahara Rubio
Samuel G Flores Calderón
Yanina S Guzmán Vera
Alumnos del 5.o año de la Facultad de Odontología
de la UNMSM.
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